Deshacerse del desánimo
- Sabiduria Alternativa
- 6 nov 2018
- 4 Min. de lectura
La tristeza es una de las cuatro emociones básicas de todo ser humano (junto a la alegría, el miedo y la ira). A lo largo de la vida, todos sentimos esas emociones en distintos momentos y no por casualidad, sino porque todas nuestras emociones tiene un por qué y un propósito; nos sirven para guiarnos y alertarnos, porque cada emoción tiene su función.
¿QUÉ ES LA TRISTEZA?
La emoción de la tristeza puede ayudarnos a comprender qué es importante para nosotros en la vida.
Por naturaleza intentamos evitar esos estados de tristeza lo antes posible.
(Por ejemplo, cuando vemos a alguien triste, queriendo ayudarle enseguida le decimos venga anímate, no pasa nada, cambia ese ánimo. En vez de comprender el porqué y su causa, intentamos librarnos de la tristeza lo antes posible).
La tristeza está provocada por muchos factores, decepciones, circunstancias externas, problemas, incomprensión, preocupación en exceso, pérdidas, etc. Todos ello puede hacernos entrar en un estado de apatía en el que nos sentimos apagados, desanimados, sin energía y tristes.

Debemos entender que esta emoción es parte natural de la vida y todos pasamos por ello en algún momento, pero nada tiene que ver con una depresión. No es postiva, pero es algo pasajero que puede conectarnos con una parte interior más profunda, puede ayudarnos a centrarnos en nosotros mismos y a conectar con nuestros valores, lo cual nos hace más fuertes. El problema es si se mantiene en el tiempo, porque entonces se puede transformar en una patología llamada depresión.
COMPRENSIÓN EMOCIONAL
Uno de los efectos negativos de la cultura que hemos desarrollado es la sobrevaloración y magnificación de las emociones positivas. Es como si tuviésemos que demostrar que estamos felices y positivos en todo momento y que todo va siempre genial. Y lo podemos ver generalmente en las redes sociales, lo que provoca (aunque no lo deseemos) una constante comparación, que a su vez puede generar sentimientos de inferioridad, de sentirse defectuoso, de tristeza por no ser lo bastante…
Parece que la tristeza la concebimos de forma más grave de lo que realmente es. Todo ello provoca que cuando simplemente tenemos un mal día o pasamos por un momento algo más bajo, parezca que haya algo que está mal con nosotros, cuando no es así y es algo más habitual de lo que creemos.

Las personas vivimos y necesitamos sentir toda la variedad de emociones y no podemos pretender estar siempre positivos y perfectos; en general vivimos momentos complicados y difíciles, situaciones que alteran nuestros estados emocionales, y no podemos ignorar ni tapar esas situaciones ni los sentimientos que puedan provocar.
Esconder y tratar de suprimir las emociones "negativas" nos lleva a la falta de comprensión y eso puede empeorar las cosas y crearnos ansiedad. Si quieres combatir la ansiedad, pincha en este enlace:
¿CÓMO COMBATO LA TRISTEZA?
Estar triste no es estar deprimido, pero si quieres liberarte cuanto antes de la tristeza y el desánimo, toma nota:
1) Lo primero es aceptarla y escucharla; no es la peste, permítete estar triste, desahógate, llora si es necesario. No tienes que estar todo el tiempo alegre y súper positivo porque puede ser una manera de esconder o disimular las verdaderas emociones. Si lo hacemos, eso no las va a solucionar, es más, las puede enquistar, porque aquello de lo que huimos y no aceptamos nos puede hacer prisioneros.
2) Acéptala sabiendo que es algo pasajero, explora tus sentimientos para procurar comprender el por qué, el origen de dónde surge esa emoción, porque la comprensión es el primer paso para la solución y la superación de cualquier conflicto.
3) No te encierres, sal de tu rutina, sal a la calle, socializa más, cambia cosas; haz deporte, conecta con la naturaleza, con otras personas, escucha música alegre que te cargue de energía (la música nos ayuda a cambiar las emociones).
4) Medita, haz Mindfulness, practica Yoga. Los beneficios de la meditación y el Yoga te ayudarán en esos momentos de tristeza y se va a todo lo que no funciona, tiende a magnificar los problemas y las emociones. El Mindfulness te ayudará a mejorar la salud emocional estando más en el presente.
5) Redirige tu atención a lo que sí es importante, a lo que sí quieres; define nuevos objetivos, ponte metas, no mires dónde estás, mira a dónde vas, porque esa nueva dirección aumentará tu motivación.
6) Piensa en lo que realmente te gustaría hacer, averigua lo que más te motiva, encuentra aquello que más te apasione, busca un propósito que de más sentido a todo para dirigirte hacia esa nueva visión.
7) Sigue leyendo, aprendiendo, superándote, conociéndote, porque ese trabajo de desarrollo y evolución personal, ese autoconocimiento es una de las claves para aumentar nuestro potencial y ser más felices.

FLORES DE BACH
Las Flores de Bach son un remedio natural para equilibrar las emociones sin riesgo de dependencia, contraindicaciones o efectos secundarios.

A continuación, detallamos las más comunes:
Wild oat (avena silvestre): cuando nos cuesta encontrar un objetivo o sentido a nuestra vida.
Mustard (mostaza): depresión de la cual no conocemos la causa.
Gentian (genciana de campo): depresión provocada por cosas externas que sí que conocemos.
Sweet chestnut (castaño dulce): para estados de angustia, con tendencia al llanto.
Star of Bethlehem (leche de gallina): después de una situación de duelo.
Wild rose (rosa silvestre o escaramujo): puede ayudarnos a superar la apatía.
Gorse (aulaga): para personas con mucha desesperanza y pesimismo.
Luchar cada día por ser un poco mejores puede hacernos sentir mejor con nosotros mismos y entrar en un círculo de positividad.
Estos consejos pueden serte muy útiles para hacer frente a la tristeza y el desánimo de forma natural. No obstante, es conveniente acudir también a un especialista de la salud.
¡Esperamos que os haya gustado este interesante artículo!
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